La inteligencia artificial sigue avanzando a pasos agigantados, y uno de los protagonistas de este cambio es Grok 4, el nuevo modelo creado por xAI, la empresa de Elon Musk.
Este modelo logró un gran salto en precisión y velocidad, y detrás de ese logro hay una compañía clave: NVIDIA, líder en chips para inteligencia artificial.
Grok 4 fue entrenado en Colossus, un supercomputador que usa más de 200.000 GPUs de NVIDIA. Estos procesadores permiten resolver tareas complejas de IA a gran escala. Gracias a esa potencia, Grok 4 superó a modelos anteriores y se volvió más preciso y versátil.
La versión más avanzada de Grok 4, llamada Heavy, necesita 10 veces más capacidad de procesamiento que la versión estándar. Por eso cuesta USD 300 por mes: no solo estás pagando por la IA, sino también por el acceso a una infraestructura enorme y exclusiva.
Pero NVIDIA no solo aporta los chips. También diseñó una red especial llamada Spectrum-X, que permite que miles de GPUs trabajen juntas de forma rápida y eficiente.
Esta tecnología evita que se pierda tiempo en la comunicación entre procesadores, lo que es clave para entrenar modelos de última generación.
Además, xAI planea expandir su supercomputador Colossus a 550.000 GPUs, todas de NVIDIA. Esto significa que la demanda por sus productos va a crecer aún más, consolidando su rol como pieza central del futuro de la inteligencia artificial.